El escritor R. L. Stine es más conocido por la serie de libros "Escalofríos", historias de terror dirigido para un público infantil, que a su vez tuvo su respectiva adaptación en televisión. Sin embargo algunos desconocen que también escribió para un público adolescente, en ese caso fue la colección "La Calle del Terror" y "Thrillers".
En la primera, las tramas eran independientes pero lo que mantenía el hilo conductor es el pueblo ficticio de Shadyside, pero el escenario que es el punto de atención es la Calle del Terror (Fear street). A diferencia de Escalofríos o the Haunting Hour, los adolescentes eran los protagonistas pero esta vez el contexto es más de misterio, en especial asesinatos o crímenes a resolver, enfocándose a un tipo de novela policíaca juvenil. Usualmente las situaciones tenían relación con las preferencias o gustos de los adolescentes.
Cuando me enteré de la adaptación en Netflix pensé: "van a adaptar una de las historias en la película". Pero no, con sólo ver el trailer me dio a entender que no sería así, de hecho es una historia completamente distinta a lo que estaba acostumbrado a los libros (asi es, llegué a leerlos, bien teto).
Tampoco es de decepcionarse ya que la película hace un giro que se agradece a comparación del ambiente repetitivo en las novelas (en seguida aclararé ese punto). Por ejemplo, por primera vez vemos a los chicos hacer y expresar groserías, manifestar su sexualidad, asesinatos gore y situaciones sobrenaturales, cosa que en libros carecía.
La serie de crímenes ocurren en el pueblo de Shadyside, cada cierto período de tiempo. Los asesinatos carecen de un móvil, pues los responsables mueren después de cometer el homicidio. Los habitantes lo atribuyen a una leyenda local, que explica la maldición de una bruja del siglo XVII.
Un grupo de jóvenes que ignoran esta leyenda,comienzan a ser perseguidos por un sujeto con disfraz de esqueleto, que no se detendrá hasta matarlos a todos.
Como había comentado, la película integra elementos que quizás un asiduo espectador del terror esté familiarizado o incluso perciba como cliché, sin embargo comenté que esto es nuevo a comparación (la tan más horrible e inevitable comparación de la adaptación con los libros. Ya sé que como chingo con eso) de los libros esos clichés no ocurren, tal como las clásicas persecuciones y un asesino al estilo slasher (enmascarado que acecha y mata uno a uno a sus víctimas), escenas sensuales (no, no hay sexo explícito) y adolescentes desatados. Pero yo agradezco esto, ¿por qué?, debido a que en los libros, los personajes se sentían acartonados, como si estuvieran limitados a expresar sus actitudes. Había mencionado que aclararía la situación que se repite en las novelas. Por lo usual los protagonistas debían resolver un crimen al tiempo que son amenazados o reciben advertencias como cartas con amenazas o llamadas telefónicas intimidatorias donde el acechador está cerca del protagonista. El problema es que ese recurso se volvió tan repetitivo en los libros que pierde asombro.
Pero no todo lo que brilla es oro, algunos usuarios se quejaban de que la película "empeoró" a mitad de la película. Y estoy de acuerdo con ello. Todo iba bien al principio, pues había referencias a películas slasher de los 90's como Scream (de hecho el asesino nos recuerda a Ghostface) y sin embargo se va al carajo con el giro argumental. Al igual que en los libros recurrieron a recursos repetidos. No hago spoiler, pero hay una escena que tomaron prestada de la película de Escalofríos y fue una cagada. Por cierto jamás mencionan la Calle del Terror, digo sé que Shadyside es el escenario principal, pero la Calle del Terror era la razón de las historias. Ya qué.
Sí hay gore, clichés de las películas slasher o incluso hasta un homenaje si lo quieren nombrar así, pero no, el giro no ayudó en nada, la regó con un recurso ya explotado.
La película está destinada a otras cintas que nos explicaran los sucesos en épocas diferentes: 1978 y 1666. Las veremos, pero por el momento no estamos satisfechos con el resultado.
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