Su nombre completo es Edward Theodore Gein, nació el 27 de agosto de 1906 en Wisconsi. Hijo de un hombre alcohólico y una mujer fanática religiosa, era el segundo hijo de esta disfuncional familia. La madre, Augusta Gein, era quien tomaba las riendas del hogar ante la ausencia del padre que sólo desperdiciaba su vida en los bares y a veces golpeaba a su esposa delante de sus hijos. Crió a sus dos hijos bajo una estricta educación. Gein fue criado en una granja localizada a las afueras de Plainfield.
Ahí sus padres tenían un negocio de matadero de cerdos, en la que Gein se rehusaba a entrar pero miraba los sacrificios de los cerdos llevados a cabo por su madre. El pequeño Gein desarrolló una fascinación hacia la lectura de cómics de terror y saber sobre los campos de concentración nazi.
I. Augusta Gein, la verdadera Norma Bates
El padre falleció a causas de una enfermedad que lo dejó inválido, situación que la madre aprovechó para tomar el control de su pequeña familia. Esperaba que Ed Gein no fuera igual a su padre. Su hermano mayor, Henry, murió poco después de ayudar a apagar un incendio, en la que ambos hermanos acudieron a ayudar. El cuerpo presentaba una lesión mortal en la cabeza, pero se registró su muerte como asfixia.
Después de la muerte de Henry, la señora Augusta no soporta la pérdida y decae, con una enfermedad producida después de un ataque cardíaco. Ed la cuidó hasta el final de sus días, y después de la muerte de la mujer, conservó la habitación tal como la había dejado cuando vivía su madre. Ed era el único vivo de la familia Gein.
Con la granja en crisis económica, ya que las tierras ya no eran productivas, el hombre vivía de pequeños labores en otras granjas, ya sea limpiando o arreglando. Tras la muerte de su madre, empezó en Plainfield las primeras desapariciones.
II. El Misterio de Plainfield
La primera victima fue Mary Hogan, la dueña de una taberna con el título de su apeído. Un cliente reportó que al entrar al negocio, no recibió respuesta de nadie, a pesar de que todo estaba abierto. Pero al dirigirse a la parte trasera encontró una gran mancha de sangre que dejaba huella hasta el exterior. El vehículo de la señora Hogan aún estaba estacionado, y ante la desaparición las autoridades dedujeron que había sido asesinada, pero ¿dónde estaba el cuerpo? Nadie imaginaría que el tímido granjero de aspecto de retrasado mental, Ed Gein, sería el resposanble, a pesar de que el mismo Gein, en medio de bromas que le hacía el dueño del aserradero, le había que "Mary no había desaparecido, estaba en su casa".
El misterioso crimen no sería el único, tres años después se reportaría otra desaparición con las mismas características. En esta ocasión fue Bernice Worden, mujer viuda, hija de un oficial del Sheriff y dueña de la ferretería del pueblo. Cuando su hijo Frank Worden fue a visitarla, encontró que las luces estaban encendidas pero el negocio permanecía cerrado. Al conseguir abrirlo, por poco pierde la razón al encontrar sangre en el suelo. Gracias al libro de registro de compras, descubrió que el último cliente en ver a Bernice fue, precisamente, Ed Gein.
III. La Granja de los Horrores
Pero la pesadilla apenas iniciaba.
Al revisar el interior de la casa, no sólo había una pocilga, sino basura, excremento, condiciones inhumanas pero también restos de cadáveres usados como muebles. Algunos cráneos usados como copas, base de cama. Además se encontró máscaras hechas de rostros humanos colgados en la habitación de Gein. La cabeza de Bernie Worden fue hallada en el interior de una bolsa de basura. La cabeza también iba a hacer usada como una máscara. Entre las pertenencias, mejor consideradas como evidencia de crimen, se halló un chaleco confeccionado con la piel de un torso de mujer. Se conjeturó que Gein trataba de cambiarse de sexo, pero usando piel humana de mujer. Conjetura reafirmada al encontrar en la casa libros de medicina y cirugía humana.
IV. El Carnicero de Plainfield
Con Gein aprehendido, se le interrogó si él había sido el responsable de los homicidios de Bernice Worden y de Mary Hogan, ¿a quiénes pertenecían los demás cadáveres en su vivienda? Con la respuesta de Ed, se obtuvo que los otros cuerpos fueron extraídos del cementerio local de Plainfield. Él solía leer los obituarios, además de conocer a los difuntos que eran mujeres. Visitaba el cementerio por la noche y profanaba las tumbas, llevándose consigo algunos cuerpos. A Ed Gein nunca se le comprobó necrofilia ni canibalismo, sólo usaba los cuerpos como muebles pero también trataba de confeccionar "un traje hecho de piel de mujer". A raíz de su detención, la prensa sensacionalista lo nombró como "El Carnicero de Plainfield".
Las autoridades no podían juzgarlo como un delincuente debido a la naturaleza de sus actos, sino que fue derivado a una evaluación psiquiátrica, siendo diagnosticado con esquizofrenia. Los habitantes de Plainfield estaban sumamente molestos al descubrir que no hubo juicio contra el monstruo que destruyó la vida de Bernice Worden. Como represalía, los habitantes de Planifield fueron cómplices del incendio de la granja Gein. Esto sucedió después de que se celebrara una supuesta subasta y un pequeño museo de atracción morbosa.
V. El Fin del Monstruo y la creación de otros
Gein fue recluido en el hospital psiquiátrico de Mendota, con una estancia prolongada y se evitaría, por parte de las autoridades, darlo de alta. Permaneció ahí hasta el día de su muerte en 1984 a causa de insuficiencia respiratoria. Mientras estuvo recluido, el escritor de terror Robert Bloch, escribió el relato "Enoch" y posteriormente su novela "Psicosis" que estaba inspirada en la relación enfermiza entre Ed y su madre Augusta. La novela se adaptó en 1960 a cargo del director Alfred Hitchcock.
Los crímenes de Ed Gein inspiraron a directores de cine a realizar películas de terror, como en el caso de Tobe Hooper que creó así "La Masacre de Texas" ya que el hecho de que el asesino usara como máscara una piel humana, como lo hizo Gein, diera vida a Leatherface. También el escritor Thomas Harris se inspiró en Gein para crear al asesino Bufalo Bill, antagonista de la novela "El Silencio de los Inocentes", por la cuestión de querer cambiar de sexo usando trajes confeccionados de mujer.
Actualmente Ed Gein sigue dando para hablar a los medios de comunicación, creando películas o novelas inspiradas en este asesino.
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