Situadas en Ciudad Obregón, en Sonora, atrás del cerro de la Virgen, se alzan unas ruinas que escapan de lo común, y desafían las creencias religiosas. Según se cuenta, las extrañas edificaciones fueron destinadas para realizar rituales para una secta satánica.
Se desconoce la verdadera identidad del creador, sólo se refieren los medios como al líder de una secta satánica durante la década de los ochenta, que murió poco después de construirlos. Estas extrañas ruinas se les conoce popularmente como las Criptas Satánicas de Obregón. Son, al menos, cinco edificios de particular arquitectura que parecen no tener un sentido lógico su diseño, pero se recuerda que fueron destinados para rituales, y se habla, de sacrificios humanos y animales.
Uno de los edificios es una torre circular, y en sus pórticos se alzan lanzas en punta, un diseño particular que no se ve en otras construcciones. La torre no tiene salida ni habitaciones extras, sólo una habitación que se adapta al diseño circular.
Otra edificación se trata de una escalera, en su pasamanos tiene el mismo diseño de las puntas, como si hiciera referencia a las puntas del tridente del demonio. De acuerdo a las criptas -cabe mencionar que de Criptas sólo tiene el nombre porque no hay restos óseos, mucho menos tumbas, el lugar está árido desde la fecha actual- si planea una vista fotográfica sobre las construcciones, si se trazan unas líneas, forman un pentagrama.
Algunos habitantes refieren que, a pesar de que el lugar luce abandonado, por las noches se hacen aún reuniones de miembros de sectas hacer sus rituales y misas negras.
En las noticias sobre este lugar, se reportó en el 2017 la aparición de un masculino golpeado, que refiere haber sido sustraído de su hogar y fue trasladado aquel lugar para recibir una golpiza. Nunca se supo quiénes fueron los responsables, ni cuáles fueron las causas. La noticia se publicó en el periódico "El Tiempo".
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