La aparición de zorros muertos a los que les habían drenado la sangre, confirmó la teoría a David Farrant, un joven que había fundado un grupo de investigadores de lo Ocultismo en Inglaterra, de que existía un vampiro en el viejo cementerio de Highgate. Fue a finales de la década de los 60's, cuando Farrant asegura haber ingresado al cementerio una noche, con su grupo. La manifestación de una entidad gris merodeando entre las lápidas fue una señal de alerta de que algo sobrenatural ocurría en High Gate...
El cementerio fue construido en 1839 como respuesta a la epidemia de cólera que devastó a la población, muriendo principalmente los vagabundos. El terreno es en realidad una necrópolis y también sería la solución a los tantos cementerios improvisados que dejaba la cólera.
A diferencia de otros cementerios, Highgate estaba destinado a recibir a las familias más ricas de Londres durante el siglo XIX. Los más influyentes de la reina Victoria, pagaban cuantiosas sumas de dinero para dejar enterrar a sus familiares, además de que el lugar era resguardado de los infames saqueadores de tumbas. Actualmente el cementerio Highgate, está superpoblado, y no recibe desde hace décadas a más difuntos, quedando a merced de la intemperie y el abandono, situación que aprovecharon los vándalos y saquearon algunas criptas. La madre naturaleza se apoderó del extenso terreno, envolviendo tumbas y mausoleos con enredaderas, árboles que desfiguran las lápidas, raíces que invaden, y el extenso musgo que devora las caras de los ángeles de la muerte.
Sin embargo, Highgate fue escenario de reuniones clandestinas de grupos, especialmente adoradores del satanismo y ocultismo, puesto que el lugar se prestaba para leyendas locales de apariciones fantasmagóricas.
Entre los presentes estaba David Farrant, que había fundado a su grupo e invitaba a jóvenes mujeres de 18 años a formar parte de su peculiar grupo dedicado al estudio de lo paranormal.
Al entrar al cementerio, en una noche de 1969, Farrant asegura haber sido poseído por visiones de entidades incorpóreas, distinguió a un hombre de gris con sombrero, una cara que se asomaba en la ventana con barrotes de un mausoleo, y a una entidad gris que se desplazaba entre las lápidas. Farrant no sólo estaba impresionado por esta visión, también atemorizado al creer que este espectro era en realidad un vampiro.
Fue en 1970, cuando Farrant es entrevistado en televisoras locales al dar la publicidad de que sería él que cazaría al vampiro. Aseguró en las entrevistas que el vampiro provenía de Rumania, y al ser trasladado a Londres, un grupo de satanistas se encargó de despertarlo.
Ante la histeria difundida a los medios de comunicación, el Obispo Sean Manchester -según él se autodenomina exorcista y cazador de vampiros, además de ser miembro fundador de la Sociedad Vampiríca de Londres- se unió a la cacería del vampiro. Si bien, Farrant aseguraba haber visto al No-Muerto, Manchester afirmaba a los medios que él podría rastrearlo y darle fin, lo que provocó una intensa rivalidad entre Farrant y Manchester, ambos peleando por ver quién destruiría al Vampiro.
Incluso, la prensa fotografió a Farrant sosteniendo un crucifijo y mientras se introducía a los mausoleos (ver fotografía a la izquierda), y por supuesto, Manchester no se quedaría atrás tratando de buscar fama.
Las autoridades no podían controlar a los jóvenes aventureros que querían encontrar evidencias de la existencia del vampiro, pues Farrant aseguraba haber encontrado cuerpos sin vida de zorros, que habían sido drenados y con heridas en el cuello.
El descenlace culminó tras las rejas, cuando Farrant fue detenido por las autoridades al intentar ingresar al cementerio, mientras él acusaba que el daño de propiedad ajena en el panteón fue a manos de los satanistas. De todas formas, el joven David Farrant salió libre.
Aprovechando la situación, el supuesto Obispo envió el comunicado de que él se había encargado de destruir al famoso vampiro. Personalmente, había perseguido al vampiro, que tomó forma de una araña y se introdujo en un antiguo ataúd. Con ayuda de una estaca, atravesó el corazón del No-Muerto y prendió fuego a su cuerpo. Aunque no hay evidencia registrada de este hecho, y para reafirmarlo Manchester publicó el libro "The Highgate Vampire" que en sí es un plagio de la novela de Drácula.
Aunque los dos supuestos cazadores de vampiros no pudo comprobar la existencia de este ser, aún mantienen una enemistad que perdurará hasta el Más Allá.
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