Reseña de Cementerio Maldito


¿Hasta dónde llegarías con tal de no perder a tus seres queridos? ¿Serías capaz de desafiar a la muerte con tal de estar cerca de aquellos que amas? Este jueves se estrenó el remake de Cementerio Maldito, película basada en la novela homónima de Stephen King, y que en 1989 tuvo su primera adaptación. Si eres fan de S.K. pero también de las adaptaciones fieles, quizá está no sea tu película. A veces se discute si una cinta debe respetar la obra original o debe contar una visión distinta de la obra.
   En el caso de esta segunda adaptación, es muy obvio que desde el trailer las cosas cambian, generando dos posturas: los que están a favor y en contra. Y veamos esos puntos, sin hacer spoilers para aquellas criaturas de la noche que aún no la han visto.
   Gage por Ellie: se vio desde el trailer que cambiaron los papeles, y sería Ellie quién toma el papel mortífero de ser una protagonista a una antagonista. 
    La relación entre Loui Creed y Jud Crandall no es nada profunda, parece más bien superficial a comparación de la primera adaptación (es inevitable hacer las comparaciones), o por lo menos eso se percibe en las escenas, puesto que no hay suficientes escenas que permitan una relación más desarrollada. 
   Victor Pascow no es tan aterrador, su aspecto no parece nada a la de un fantasma y no tiene tanta intervención. Bueno, es un punto a discutir porque en la novela originalmente tampoco tiene esa presencia tan frecuente; si acaso en la novela sólo se describe una escena de él, y el resto es sólo referencial. Sin duda, este Pascow no consigue asustar. En cambio Zelda tiene más presencia, lo cual se agradece y ahora Zelda termina por atraer más la atención del público, y está mejor caracterizada. 
   El cementerio Micmac es más diferente pero limitado a cuanto diseño, y de alguna manera la película termina explicando la causa de las resurrecciones, no obstante a pesar de eso mantiene el interés en saber cómo terminará la cosa ahora que los papeles cambiaron.
   Church, el gato diabólico que retorna de la muerte, en esta versión no consigue enganchar, o al menos no convence con ese aspecto desaliñado, que luce más como un gato sucio de la calle que un gato muerto (que yo recuerde, el Church del 89 tampoco luce es tan aterrador).
    Había mencionado en algunas reseñas anteriores, que el Gore no tiene por qué ser el centro de una película de terror, sin embargo, si tratamos con una cinta que habla sobre muertes y resurrecciones pensaríamos en algo de Gore, pero lamento decepcionar que esta nueva adaptación carece de gore, sólo una que otra escena sanguinaria pero gore no esperen. 
    Ahora, con la información que expuse pareciera que más bien induce a creer que es mala, y sin embargo aún así algunas personas les gustó, ¿a qué se debe? Ellie y Zelda, ambas consiguen arrancar el aliento. De Zelda ya expusimos, y es Jeté Laurence, quien hace el papel de Ellie, es quien logra realizar un buen papel y convence tanto como la hija inocente como en el perverso monstruo que se convierte tras conocer el Cementerio Micmac. Ellie es un auténtico monstruo, y aunque no supera al Gage diabólico de la versión del 89 y de la novela, con honestidad se gana un lugar como un villano inquietante. Además, se aprovecha a usar el material expuesto en la novela para mostrar a un ser que su fuerza no se limita a usar cuchillos, sino a jugar con la mente de sus víctimas.
    Se debe agradecer a los productores que la película no abuse de los Jumpscares, puesto que es la atmósfera de la trama la que envuelve al espectador, en especial con los acontecimientos desarrollados con Ellie resucitada. 
   El final, el final señores puede que genere controversia en opiniones, y en lo personal se me hizo mejor que la película anterior o la novela. Ese es un final que debe poseer una película de terror, que hiele la sangre y nos haga ver la atrocidad con la que puede llegar la maldad. 
  Damos un 7/10

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