Bedugul Taman: El hotel embrujado sin huéspedes



Un hotel que jamás se concluyó su construcción, a causa de una maldición, se alza al sur de la isla de Bali, en Indonesia. El lugar atrae la atención de los turistas, pero no hay personas que se atrevan a quedarse hospedarse en los amplios salones y pasillos donde sólo el incómodo eco se repite de los pasos. 
   Existen varios rumores acerca del cierre, pero no hay ninguno en concreto sin embargo la fase final de la construcción fue detenida, antes de la inauguración. Las versiones son descritas por los lugareños. La principal versión es que el dueño del edificio es en realidad el hijo del expresidente de Indonesia: Suharto. Esta figura política fue apresada y fue condenado a permanecer tras las rejas durante quince años, a causa de corrupción. 
   
No obstante, la versión que prevalece es la razón por la que el turismo acude a visitarlo: un empresario fue el dueño del hotel Bedugul Taman, sin embargo el edificio fue construido con dinero sucio, que proviene de sangre inocente derramada. Los espíritus de las víctimas maldijeron el hotel, provocando accidentes hasta que finalmente se detuvo la construcción, y se terminó por abandonar el proyecto.
    Los habitantes de la isla, aseguran que las montañas está poblado de espíritus celosos de su territorio, siendo esta la tercera versión que produjo el abandono del hotel. 
     Romain Vellon es un fotógrafo que se ha dedicado a fotografiar edificios abandonados de, los que se asegura, están embrujados. Tras enterarse de la existencia del hotel sin huéspedes, Vellon acudió y tomó algunas imágenes. Durante una entrevista con la revista Sputnik, Vellon compartió su escalofriante experiencia con el hotel: 
   "He tenido la oportunidad única de vagar entre las paredes de este hotel. Y cuanto más me adentraba en el complejo turístico, más crecía la inquietante atmósfera y más aterrador y ajeno a la realidad se volvía mi paseo. Aunque es imposible saber lo que realmente sucedió, una sensación dentro de mí sugería que allí, en algún momento, algo salió mal".
    Además, agregó que al intentar salir del hotel, una extraña niebla cubrió la salida impidiendo la visibilidad, y tuvo que esperar a que se disipara. Vellon interpretó que tenía que respetar a los espíritus del hotel y no desafiarlos. 

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