Herman y Janet Erikson atraviesan una crisis de dolor y sufrimiento después de perder a
su hija en un accidente automovilístico. Se han rendido el uno al otro, se han rendido a
sí mismos. Cuando su perro desaparece, Herman decide encontrar al animal, sin darse
cuenta de que está caminando hacia la frontera entre el Mundo Viviente y los Muertos.
Hace mucho tiempo los dioses murieron y el río Styxx se secó, pero una botella que
contiene sus aguas aún permanece en las tierras baldías. Lo que Herman descubre sobre
el poder oscuro contenido en esas aguas cambiará su vida para siempre.
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