Quién imaginaría que detrás de las letras y composición de poemas se ocultara un ser ávido de carne. El 20 de junio de 1969 nació José Luis Calva Zepeda en la Ciudad de México. Su padre fue Esteban Calva Tellez, murió de manera trágica y su educación estuvo a manos de su madre Elia Zepeda Camarena, una mujer frustrada que descargaba su ira contra él, provocando que José Luis desarrollara un odio por las mujeres. Además en 1976, a los 7 años fue víctima de abuso sexual, situación que lo empujó a refugiarse en las calles, convivió con niños que se drogaban y prostituían por dinero.
Llegó a publicar algunas de sus obras de poesía firmada con el pseudónimo "El caminante", algunas de sus obras son "Instintos Caníbales", "Réquiem para un alma perdida", "Khris", "Prostituyendo mi alma", "Caminando ando"y "La noche anterior". Sus poemas eran autoeditados y vendía el material en las colonias Condesa, Roma y en el tianguis del Chopo.
Verónica Consuelo era una joven que, por desgracia, conoció a José Luis Calva y sostuvo una relación amorosa con él, relación que no era bien vista por su propia madre y la joven se negaba que hubiera algún problema con él. Se hicieron novios en el 2004, y esta relación fue el inicio de la carrera criminal de José Luis ya que asesinó a la joven y descuartizó su cuerpo. Los restos los colocó en bolsas de plástico y los arrojó en las inmediaciones de Chimalhuacán.
Judith Casarrubia, la madre de Verónica, interpuso una demanda en contra de José Luis, acusándolo de ser el autor del terrible asesinato. José Luis estaba prófugo, y fue entonces que empezó a mostrar conductas más explícitas.
Se mudó a un departamento en la Colonia Guerrero, acondicionó su estancia en un macabro altar lleno de velas, libros de magia negra, textos de terror escritos con su propia mano. Comenzó a desarrollar una adicción hacia el tabaco y el alcohol. José Luis manifestaba fantasías que se volvieron una obsesión, de convertirse en madre y eso se reflejaba en sus poemas pero también en los fetiches que guardaba en su casa, como una cuna de bebé guardada en una habitación. Era un regalo de su madre que le había obsequiado cuando tuvo a sus hijas.
José Luis trabajaba en un cibercafé, sitio donde contactaba con otras mujeres vía internet y las citaba a su casa. Los vecinos jamás sospecharon que aquel hombre bien parecido y gallardo era en realidad un perverso asesino. Nunca habían reportado anomalías, eso sí notaban a las mujeres que llevaba a su casa.
Algunos restos de la mano y piel del brazo los usó para cocinar y condimentar. No obstante, el mismo hedor del cuerpo alertó a los vecinos y procedieron a denunciar. Las autoridades arribaron al departamento de José Luis que lo sorprendieron. Éste reaccionó saltando hacia el balcón y a pesar de la altura no se lastimó. Corrió pero fue embestido por un taxi. Los paramédicos auxiliaron al asesino y su estancia en el hospital Xoco también había sido un proceso de detención, las autoridades encontraron los restos del cuerpo y la comida que se había servido...
La noticia acerca de un asesino caníbal habitando en la Colonia Guerrero se propagó como dinamita, de inmediato los Medios de Comunicación anunciaron sobre el macabro hallazgo y apodaron al asesino como "El Caníbal de la Guerrero" y "el Poeta Caníbal", pero esto sirvió de ayuda para la señora Casarrubias, madre de la primera víctima de José Luis, que logró denunciar de nuevo al asesino.
Con dos denuncias en su contra y la evidencia del cadáver de Alejandra, José Luis Calva fue procesado por las autoridades. Durante la investigación se había descubierto, en la recámara del asesino, una imagen de Hannibal Lecter, y se conjeturó que el asesino se había inspirado en la famosa película "El Silencio de los Inocentes". José Luis negaba los cargos de antropofagía, acusando a la prensa de amarillista aunque no se podía evitar la evidencia de los restos cocinándose aquel día.
Las autoridades habían conjeturado que Carlos Monroy, pareja homosexual de José Luis, era cómplice y también se le detuvo. Se le quería imputar otros crímenes sobre mujeres asesinadas y mutiladas que aparecían en la ciudad, entre ellos el cuerpo de una prostituta nombrada "la Jarocha" aunque nunca se aclaró si ella fue víctima de José Luis. En la defensa, el abogado de José Luis alegaba que su cliente padecía de sus facultades mentales, pero ante esto el acusado se negó a confesar y evitaba asumirse como culpable (a pesar de la evidencia) aunque admitía que tenía problemas y prefería permanecer encerrado. Se le acusó del crimen y fue sentenciado a cincuenta años de prisión.
Desde su encierro mandaba cartas a su madre, recibía la visita de su novia Dolores que se negaba y al mismo tiempo negaba que José Luis fuera un asesino. Él escribía el fragmento de una nueva novela que trata sobre un asesino serial que era poeta y escribía sobre la piel de sus víctimas (solo mujeres) a las que dejaba a modo de leyenda: "Nota, no reproducir estas notas, protegidas por derechos de autor". La novela nunca se concluyó ya que el 11 de diciembre del 2007 apareció sin vida en su celda, su cuerpo pendía colgado del cuello con su cinturón. La Prensa había anunciado que el famoso Caníbal de la Guerrero se suicidó en su celda. Sin embargo, la familia de José Luis, entre ellos su hermana niega que José Luis se haya suicidado, ella afirmó que días antes fue amenazado por otros prisioneros, lo extorsionaban con dinero. Su muerte no fue aclarada por las mismas autoridades anunciado que solo fue suicidio aunque estaba la posibilidad de haber sido asesinado.
En el día del entierro, los familiares de las víctimas visitaron el panteón, querían asegurarse que el responsable de los asesinatos estaba muerto. La hermana de José Luis pidió perdón por sus crímenes.
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