Reseña: Sonic, la película



Después de que modificaron el horrendo diseño que planearon para Sonic -que digo horrible, culerisimo, parecía un zorro drogado- al fin llega el primer live action de Sonic, el estimado protagonista del videojuego originalmente de SEGA. Sonic llega para golpear la pantalla grande con una hipervelocidad, dirigido por Jeff Fowler, conocido por dirigir la serie televisiva Gilmore Girls. 
   Sonic debe huir de su mundo cuando se ve amenazado, y como único refugio entra al nuestro. Para no levantar sospechas, debe permanecer oculto, pero llegará el momento en que se sienta más atraído hacia nuestro mundo con la ayuda de un oficial de policía. 
   Tomen en cuenta, y lo digo por los aburridos freaks, que no es una adaptación fidedigna de los videojuegos, se trata de una historia alterna que empieza desde 0. Aún así logra su cometido: entretener a la familia. Tiene dosis de comedia, y le queda como anillo al dedo. Además Jim Carrey hace un papel creíble del Eggman, por supuesto con su toque de personalidad excéntrica que solo Carrey puede hacer. Como villano quedó genial. En cuanto Sonic es el típico héroe inmaduro que tiene especialidad en meter en problemas a sus amistades, pero con gran poder. Un personaje inquieto y divertido al mismo tiempo. 
   La película toma la fórmula clásica de la amistad caótica -o trillada- de las películas infantiles recientes como las de Pixar: conocerse en terribles condiciones, en el transcurso hacerse amigos, ocurre un acontecimiento que provoca que se separen y de nuevo tendrán que unirse para enfrentar al enemigo. Aunque también toma en cuenta algunos elementos de los videojuegos que la hace entretenida.
   Si deciden verla, quédense hasta el final de los créditos, en realidad vale la pena y te robará una que otra risa y también una sorpresa.
   El diseño de Sonic quedó genial, más apegado al de los videojuegos. Es que neta, ¿qué carajos tenían los productores al elegir un puto diseño inspirado en la fantasía drogada de alguien? Este nuevo diseño se lo agradecemos a las constantes quejas de los espectadores, y es que todos estamos de acuerdo en que una herida sangrienta para nuestros ojos. 
   Por cierto la vi en compañía de mi sobrino Alex, y él también participa en esta reseña: "Espectacular, me gustó" dijo la bendición en proceso de convertirse en cinéfilo. Si a la bendición le gustó, está aprobada. 

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