Desde la retorcida imaginación del escritor Clive Barker, llega la leyenda de Primordium, primer libro que retrata los orígenes del "Agonistes", el dios creador de seres demoníacos o ángeles para otros.
Barker nos retrata un mundo distópico y fuera del tiempo para relatar Primordium, una ciudad fuera del tiempo y también distópico donde se desarrolla la trama. Obviamente el libro sirvió como base para la creación de una línea de figuras de colección basadas en los personajes, y diseñadas por Todd McFarlane.
En Primordium vivir puede ser una clase de suerte o desgracia para aquel que haya nacido en la pobreza y en la miseria. Una ciudad donde reina el caos, la corrupción y los altos mandos del crimen organizado son los reyes de las calles. Del mundo de la muerte surge Zarles Kreiger, un sicario que tiene como misión matar a un senador, iniciará su aventura con Lucidique, hija del senador asesinado que busca venganza, y tendrá relación con Agonistes. Se trata de un ser que existe más allá del Génesis divino. Dios lo concibió y no es una ofensa todo lo que él hace: convertir la carne en las armas más prodigiosas.
Cada capítulo (denominado libro) vienen las figuras de colección. Es increíble como un libro de corta lectura (me lo acabe en un día entero) pueda desarrollar uno de los escenarios más dantescos a la vez una serie de personajes que seguramente perturbaran la imaginación.
Agonistes es un dios creador que todo lo que toca es "arte" aunque debo mencionar que su arte consiste en alterar la carne humana para crear las más aterradoras mutaciones que en realidad funcionan como armas independientes.
La sexualidad y el erotismo es uno de los principales temas que se abordan y forman parte de la narrativa de Barker. Una sexualidad que demuestra que no solo la mujer puede procrear, también otros seres pero todo lo que se concibe será una monstruosidad, como es el caso de Agonistes, un ser ambiguo, puede crear vida a partir de la misma vida. El sexo se convierte en una de las armas más poderosas en el mundo fantástico-siniestro de Barker, el como usarlo para propósitos perversos pero también para explorar el erotismo más sádico pero a la vez el más placentero. Al igual que en Hellraiser, nos hace entender que el goce implica sufrimiento, o la vía para el goce es el sufrimiento.
Zarles Kreiger pasa a ser uno de los anti-héroes de la novela y lo acompañaremos en su recorrido por Primordium y también su encuentro con Agonistes. Son pocos los personajes pero los suficientes para sostener una historia de distopía pero con monstruos de por medio.
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