El capitán Blake es el principal antagonista de la película "La Niebla". Se trata del fantasma del Capitán Blake, un hombre que padecía de lepra que existió en 1880. Al padecer la terrible enfermedad, junto en un barco a varios infectados y atravesó el mar con la finalidad de colonizar y montar un lazareto para la comunidad de leprosos.
Es así que encuentran una isla con algunos habitantes.
Blake entregó algo de oro a los pocos habitantes a cambio de fundar el lazareto. Pero los hombres, corrompidos por la ambición, le sugirieron encallar en un punto de la isla llamado Spyvey Point, sin embargo esto fue un engaño, ya que ahí hay arrecifes y, envueltos en un banco de niebla, el barco se estrelló provocando la muerte de los leprosos y la de Blake.
El oro fue usado para fundar el pueblo de Antonio Bay, y con el oro restante los traidores construyeron una cruz de oro. En el centenario de la fundación de Antonio Bay, el viejo lobo de mar Mathew advierte en la leyenda que "el Capitán Blake y los tripulantes regresarán del más allá envueltos en la niebla que los mató". Blake regresa en forma de fantasma dispuesto a vengar su muerte y la de los leprosos en el pueblo de Antonio Bay. Blake se manifiesta en forma de niebla que viaja contra el viento con un extraño brillo, provocando caos pero también puede tomar su apariencia física: un esqueleto con la carne carcomida envuelto en algas y musgo, armado con su espada sable, mientras sus ojos brillan de un rojo intenso. No anda solo, lo acompaña los demás fantasmas de los leprosos.
CRONOLOGÍA FÍLMICA:
Blake aparece por primera vez en forma de niebla, provocando fenómenos poltergeist (mover o destruir objetos sin intervención física) a la media noche. Los habitantes reportaron como algunos objetos electrónicos se encendieron solos, al tiempo se reportó la desaparición de los tripulantes un barco pesquero, al amanecer fueron hallados sin vida. Sus cuerpos presentaban tiempo de evolución cadavérica y envueltos en algas, cosa imposible ya que solo tenían un día desaparecidos y sus cuerpos nunca tuvieron contacto con la agua salada.
En la noche de la celebración Blake toma su forma física que en realidad es un ser descarnado con ojos brillantes, envuelto en miasma y algas, acompañado de la tripulación que murió en el Elizabeth. Los demás fantasmas van cubiertos con telas para evitar ver sus heridas a causa de la lepra y van armados con garfios o cuchillos. Ellos tocan en las puertas de las casas y esperan a que la víctima abra la puerta para atacarla. Va armado con una espada sable y camina lentamente, pero al ser un fantasma puede aparecer y desaparecer con ayuda de la niebla. El padre Malone usa la cruz de oro para devolvérsela a Blake y así romper la maldición. No obstante Blake solo desapareció y retornó para reclamar a la sexta víctima.
A diferencia de la antecesora, podemos ver cómo era en vida Blake, un hombre que compró una parte del territorio de la isla de Antonio Bay para instalar una colonia de leprosos, pero en la misma noche de la embarcación fueron asesinados por los cuatro fundadores de la isla, prendiendo fuego al barco (a comparación de la anterior, mueren al estrellarse a causa de la niebla).
Se descubre que el hielo puede repeler la niebla, evitando así que pueda ingresar a lugares congelados. Además los fantasmas no asesinan con armas del siglo XIX, sino que desintegran a las víctimas con solo tocarlas o pueden provocar que objetos cobren vida y sirvan como armas. El final cambia, aquí se descubre que la joven Elizabeth es la reencarnación de Elizabeth Dane, la esposa de Blake, quien la reclama y su espíritu se une a él después de asesinar al último descendiente de los fundadores.
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