"¡Niños no se acerquen al embarcadero!"
Durante generaciones la familia Conger repitió estas instrucciones a sus hijos. Siempre vivieron en Port Arbello cerca de los peligrosos arrecifes de Congers Point. Cien años antes, Jack Conger y su hija Beth habían desaparecido allí. Se rumoreaba que Jack se había lanzado al mar desde esos roqueríos. De su hija nunca se supo. Todo lo que quedó fueron rumores sobre una maldición familiar.
Ahora estamos nuevamente en Port Arbello, hay un nuevo Jack Conger, que vive con Rose, su mujer, y sus hijas Elizabeth y Sarah. Pero todavía está la sombra de Beth.
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