Dirigida por Michael Chaves, el mismo que dirigió ese bodrio titulado "La Maldición de la Llorona" y que el hizo llorar a la llorona con una pobre adaptación de la leyenda que ha trascendido fronteras, nos contará el caso más escalofriante de los Warren… bueno eso dicen en cada película, que es el caso más escalofriante (ya decidanse de una vez por todas, maldita sea).
Todo comienza en el verano de 1981, cuando al joven Arne Cheyenne Johnson es acusado de homicidio en primer grado en la casa donde renta con su novia. Al desconocer el motivo para la policía, los Warren aparecen en acción interviniendo y alegando "posesión diabólica".
Por lo que veremos un nuevo enfoque de los Warren: una historia de investigación policíaca.
Pero, ¿qué salió mal con esta película? Muy independiente de sí es real o no, (si ya sabemos que muchos vieron el episodio de Leyendas Legendarias), la película sufrió mucho por el cambio de dirección.
El Conjuro se suma a esa lista de películas que sólo abusan de los jumpscares y los famosos "basado en hechos reales" (mejor dicho inspirados, porque no se parece en nada al caso). Al menos James Wan se tomaba el tiempo para planear bien estos efectos y les daba la ambientación a cada uno de ellos. Cosa que no sucede en esta cinta. Hay jumpscares pero carentes de miedo, hasta me atrevo a decir mediocres.
Plagios de otras cintas: Otras críticas mencionaban que la película tuvo la osadía de plagiar escenas de otras películas de terror, obviamente entre ellas El Exorcista y el Resplandor. Esto no me extraña, ya lo vienen haciendo desde la primera película. Por ejemplo en El Conjuro (2013) se plagia descaradamente la trama de Amityville (1979) y hasta tiene una escena donde Carol pregunta a su hija con quién habla en su habitación, siendo lo mismo con el personaje de Kathy con su hija cuando habla con "Jodie". No sólo eso, en sí la película también se robó parte del guión de la película "The Haunted" (1991) donde una familia, aterrorizada por fenómenos paranormales en su domicilio, acude a los Warren… caray, hasta juraría que ya había visto yo esa escena donde la madre entra a una conferencia de los Warren donde hablan de posesión…
El giro a relato policíaco: algunas personas refieren quejarse de este cambio, incluso en un canal de YouTube lo nombraron "El scooby Doo del conjuro". Al menos yo esto lo vi con buenos ojos porque lograron cambiar ese argumento de posesión diabólica en la familia, además los Warren eran "supuestos investigadores", debíamos verlos en acción en algún momento. Pero no todo es miel sobre hojuelas. Sin importar que sea de investigación, es demasiado predecible. No se esforzaron y tampoco ayuda el hecho de que intercalen los tiempos entre pasado y presente.
Ausencia de caracterización: al menos el señor Wan se tomaba la molestia de caracterizar a sus demonios en todas películas paranormales. Tanto la vestimenta como los rasgos faciales eran fáciles de reconocer, pero esto no sucede aquí. El demonio en turno carece de esa carecterización, es un personaje desatendido. Por supuesto que no impresionan los efectos de los poseídos, es de lo más simple.
Homicidios: es cierto que es la primera cinta de los Warren en tener asesinatos, no muy explícitos y eso no compensa las fallas que hacen fracasar la cinta.
Posdata: Algunos escritores mencionaban que el subtitulo hacía referencia al del autor F. G. Haghenbeck en la novela del famoso Diablero. Sin embargo, a lo que he investigado, en realidad es una frase anglosajona que se remonta desde el siglo XVII y se ha usado tanto en literatura como en juicios, siendo por primera vez sobre los procesos de enjuiciamiento en Nueva Inglaterra
En conclusión, la película es otra más del montón de posesiones y exorcismos, sin innovar nada. Predecible y presuntuosa en abusar con su "basado en hechos reales".
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