Charles Baudelaire: Cuando las flores del mal florecen


Charles Pierre Baudelaire nació el 9 de abril de 1821 en París. Su padre, Joseph Baudelaire, había sustituido sus estudios en el seminario y sacerdocio para ser funcionario jefe del Despacho de la Cámara de Pares y tener una familia. Además había impartido clases de pintura y dibujo. Se sabe que fue él quien enseñó las letras a Charles esto gracias a un trabajo que tuvo como preceptor. En cambio, la madre, Caroline Dufaÿs, era hija de inmigrantes Londinenses. Al pequeño Charles le enseñó la lengua inglesa. Tenía un hermano que provenía de un matrimonio anterior del señor Baudelaire.
 

Gran parte de la tierna infancia de Charles fue bajo la educación de su niñera, a quien le dedicaría un poema en una de sus obras más memorables: Las Flores del Mal.
   El padre tenía más de 60 años cuando nació su hijo Charles, falleció cuando su hijo menor tenía cinco años. Dejó una pequeña herencia. Posterior a su muerte, la pequeña familia se muda. La madre decide contraer matrimonio por conveniencia con Jacques Aupick, un  vecino que fue comandante general de la plaza fuerte de París. 
   Se dice, aunque se desconoce con certeza, que la relación había existido mucho antes, como amantes. De esta nueva unión generaría un impacto en Charles, pues se sintió abandonado emocionalmente por su madre al entregarse a la nueva relación. Además esto influiría no solo en sus obras literarias, también en la percepción social de su época. 
Jaques Aupick representaba una figura de odio, por lo que nunca tuvo una buena relación con él. 
En 1830, las jornadas revolucionaria provocarían que Aupick fuera ascendido a teniente coronel y posteriormente nombrado jefe de Estado Mayor. Trasladó a su familia a Lyon, localidad donde se encontraba el colegio Lyon, ahí Baudelaire sería internado. Esto nunca lo aceptó y terminó por escaparse. 
Su madre fue adquiriendo una personalidad cada vez más puritana, lo que se atribuye a su relación con Aupick. 
Seis años después (1836), Aupick es ascendido a general de Estado Mayor y de nuevo se cambia de dirección, esta vez regresan a París y de nuevo es internado pero en el colegio Louis le Grand. En aquella época conoce la obras literarias de Sainte-Beuve - de quien posteriormente entabló una amistad- , Chenier y Musset.
   En su etapa de adulto joven estudió en la facultad de derecho al tiempo que conoce autores del Barrio Latino, entre ellos a Balzac, Theodore de Banville, Gerardo de Nerval y Louis Menard, con quien tuvo una relación más íntima.
   En aquel período, sus visitas al Barrio Latino, inicia una vida de desenfreno, al tiempo que conoce las drogas y sostiene relaciones con prostitutas, una de ellas una joven judía de nonbre Sara, una judía con problema de estrabismo a quien llega a mencionar en uno de sus poemas. 

La familia Baudelaire estaba en desacuerdo con esta vida, además del impacto generado al estar en contacto con un estilo bohemio. Aupick intenta apartarlo de esta vida. Hasta que en 1841, un consejo de familia lo traslada a Burdeos con la finalidad de ir a los Mares del sur. Con destino a Calcuta, viaja acomodado de comerciantes y oficiales del ejército. 
   La inspiración despertó en él, el viaje a través del mar lo motivó a escribir uno de sus poemas más célebres: "El Albatros". 
  Al llegar a la isla de Mauricio decidió regresar a París, a la capital de sus vicios y pasiones. Este regreso inspira al autor a conocer círculos literarios al tiempo que sostiene una relación con la joven mulata Jeanne Duval, relación que produjo escándalo en París, además de inspiraron en la producción de poemas. Es considerado precursor del simbolismo y de la decadencia, que tiene la intención de escandalizar la burguesía, como también hacer crítica a una sociedad que aparenta una imagen de formalidad pero oculta sus pasiones más bajas. 
     Baudelaire inspiró a otros poetas considerados también simbolistas, entre ellos  Verlaine, Mallarmé y Arthur Rimbaud que lo nombra como "Rey de los poetas, verdadero Dios". Además formaría parte de los "poetas malditos".
   Baudelaire no sólo fue poeta, también crítico de arte, en especial pintura y música, ayudando a impulsar a artistas como Decraloix a través de su obra de crítica "El Salón" y también "Curiosidades estéticas".  
   Fungió cómo traductor de algunas obras de autores, entre ellos E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe. 
Pero una de sus obras que desató polémica y malestar en los ciudadanos franceses fue "Las Flores del Mal". Obra publicada en 1851 (después de haber participado en la Revolución de 1848).
El libro fue considerado una obra transgresora que desafiaba la moralidad y las buenas costumbres, lo que le valió el arresto. Cuando fue acusado, respondió comparando a los indignados como "putas" que se sorprenden al ver desnudos. "Las Flores de Mal" sufrió una edición de censura, habían eliminado seis de los poemas y una multa de 300 francos. Sin embargo esto no impidió que fuera reeditada. 
   Posteriormente viajó a Bélgica (1864) donde su suerte decayó por completo, por ejemplo impartió conferencias sobre arte pero solo reunió un escaso público. Reeditó sus obras completos obteniendo el mismo resultado. Molesto ante la negativa de los ciudadanos, publicó un panfleto titulado "¡Pobre Bélgica!"
   La sífilis había afectado su organismo, produjo en él una parálisis que culminó en una hemiplejía (trastornos de motricidad) y afasia (trastorno de lenguaje). Por desgracia no sería el único ataque, se había producido otro ataque pero con mayor intensidad a las afueras de la iglesia de Saint Loup de Namur. El ataque provocó que perdiera el habla pero aún conservaba su conciencia. Su madre lo trasladó  una clínica cuando se suscitó el episodio. El 31 de agosto de 1864, la muerte lo reclamaría después de agonizar por estos cuadros. Su cuerpo fue sepultado en el Cementerio de Montparnasse, a lado de la lápida de su padrastro. 
   Su muerte marcó un hito en la literatura parisense, en ese momento fue considerado el padre de la poesía moderna. Su obra trascendió fronteras, hasta llegar a Estados Unidos donde hubo autores que se identificaron con el movimiento, entre ellos el autor de poesía y dramaturgo T.S. Eliot. Se considera parte de la progenie Baudelaire y sitúa al autor, en un ensayo, como el padre de la poesía moderna. 
   Mientras tanto, Andre Breton lo considera uno de los principales precursores del surrealismo, pues su estilo Le Splen y las Oniro-críticas fue la inauguración de esta corriente. 



   

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