Reseña: Escuadrón Suicida


Llegó al fin de una de las películas más irreverentes de DC: Escuadrón Suicida, a manos de James Gunn. La primera versión hizo su aparición en el 2017 y aunque no fue del agrado de muchas personas (estamos totalmente de acuerdo con ello, pues parecía más un romance juvenil) sirvió de base para entender un poco la trama de esta nueva versión, por lo que puede considerarse una secuela.

Esta vez Waller envía al escuadrón a una peligrosa misión en una isla, donde un ejército militar se ha apoderado del lugar y tiene bajo su control un experimento que podría significar el fin de la humanidad.
Nuevos reclutas se integran al escuadrón conformado por los peores y patéticos villanos secundarios que han enfrentado a los meta humanos como Harley Quint y Capitán Boomerang. Pero la misión falla y ahora el equipo Bravo, también integrado de villanos, deberá rescatar a los prisioneros y detener los experimentos.

Entre los nuevos integrantes tenemos a Peacemaker, Rat Catcher, Bloodsport, Polkadot, King Shark que nos prometen no sólo dos horas de acción, también sangre y mucha violencia.

Desde que vimos el trailer ya presentamos que Gunn mejoró las fallas que quedaron en la versión anterior, dejándola en clasificación C lo que le permite hacer y deshacer a su favor, y es de las que vamos a hablar hoy:

No sólo tenemos de vuelta a Harley Quint, sino que recuperaron su escencia violenta y desborde de locura , pues hay que recordar que su personaje no deja de ser una psicópata. Situación que en la primera versión y en Aves de Presa la dejan ver como más una heroína alocada.

Habíamos mencionado que la película es clasificación C, esto permitió a Gunn ejercer la violencia que era propia de Suicide Squad y haciendo uso de ella hace mérito el nombre de la película: una misión que pone en peligro de verdad a los protagonistas. Así que no le agarres cariño a todos los personajes porque algunos sufrirán un terrible final. Además de poder introducir villanos cada vez más grotescos como lo es Weasel, tal cual una comadreja humanoide que generará incomodidad con tan sólo verlo. Además de lograr que cada personaje tenga su importancia en la trama, a comparación de la antecesora que parecía más una película de Will Smith y sus amigos de Suicide Squade. Y sin duda uno de los integrantes que ha logrado ganarse un lugar es King Shark, no sólo causa gracia sino que la película nos muestra la bestia brutal y sanguinaria que puede llegar a ser. 
 El humor negro no puede hacer falta aquí, asociado a escenas de muerte, como si la muerte fuera una burla en esta película. 
También otro villano que se logra ganar su lugar es el antagonista principal, logrando generar caos. 
Realmente disfruté viendo Suicide Squade y por favor permanezca en sus asientos para ver la escena post créditos. 

9/10


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