Nathanael recuerda su terror infantil del legendario hombre de arena. Cree que este hombre, según los cuentos de su niñera, arrancaba los ojos de los niños, echándoles arena hasta sangrar, y luego se los llevaba como alimento a sus hijos. Ese terror infantil fue responsable de la muerte de su padre. Ahora, como adulto, el Hombre de Arena ha vuelto.
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