Mortuary: la casa embrujada de Nueva Orleans


Nuevo Orleans, ciudad ubicada al sureste de Luisana, en Estados Unidos, fue fundada como una colonia francesa. Debido a los esclavos africanos, se propagó el culto de Vudú al igual que las leyendas en torno a la magia negra y las historias de fantasmas. 
  La ciudad conserva una gran cantidad de edificios estilo colonial, algunos de ellos fungen como museos, mientras otros como recorridos históricos. También se realiza "el turismo embrujado", se eligen edificios protagonistas de leyendas siniestras, como la casa que a continuación vamos a narrar. Se trata de una casa estilo renacimiento griego, usada en los viejos tiempos como una funeraria, ubicada en la calle Canal con el número 4800. El lugar abarca el cementerio Mausoleum Hope, perteneciente a la localidad y mide hasta tres cuadras. 
   

Fue construida en 1872, por una pareja de irlandeses. Se desconoce el nombre del esposo, solo por el nombre de pila John, pero el de ella era Mary Slattery. El matrimonio compró la propiedad a la Sra. Ina M. Hoyle. La casa se hallaba a un lado del cementerio y abarcaba parte del terreno, en aquellos tiempos la necropolis se llamaba Congregación Hebrea de Temme Derech (actualmente conocida como Mausoleum Hope). 
  La pareja tuvo seis hijos y albergó en su hogar a un pareja de amigos. La tierra de los muertos continuaba extendiéndose, pues al costado izquierdo de la casa se hallaba el cementerio judío y otro más a espalda de la construcción. 
   Posteriormente, en 1905 la casa pasó a manos del matrimonio Klein, conformado por la señora Mrie Lafontear y Kevin Klein. Aunque no existen registros que garanticen tal historia, se menciona que la señora Slattery y su hija pequeña había fallecido a consecuencia de la fiebre amarilla. 
   Los Klein vendieron la casa a E. Howard McCaleb quien adquirió la propiedad en nombre de PJ McMahon y fue él quien aprovechó la estructura de la casa para montar una funeraria. En 1928, la casa de la calle Canal 4800 se volvió la funeraria más grande de la ciudad. Contaba con comedores, elevador, cámara de refrigeración, sala de autopsia y velación. 
   

La funeraria PJ McMahon and Sons se mantuvo así durante 80 años hasta que en 1996 pasó a manos de su nuevo propietario  Lowen LA Holdings. Sin embargo, mantener las instalaciones era muy costoso por lo que retiraron algunos dispositivos de la funeraria. Hasta el grado de que el edificio se traspasó a otro dueño, intentó sustituir la funeraria por un Spa. Pero los ochenta años de celebrar velatorios en las instalaciones, solo provocó que el lugar quedara en el olvido. Todo cambiaría cuando un grupo de investigadores de lo paranormal se animó a videograbar en las casa. El actual dueño aceptó la propuesta de permitir grabaciones. El material fue publicado en internet, generando una idea en el dueño: montar una atracción embrujada en la casa. La antigua funeraria sería una casa de sustos como las de la feria. Además la casa se lleva a cabo los famosos Escape Room, edificios acondicionados para resolver acertijos bajo cierta temática, como zombies, asesinos o casas encantadas.
    ¿Hay fantasmas en el lugar? Los empleados afirman que sí. Entre las apariciones se relata la de una mujer que aparece en las escaleras, se trata de avistamientos de corta duración. Pero de las manifestaciones registradas es la de un hombre en el cementerio. Narran los empleados que la construcción del cementerio no tiene medidas de distancia, por lo que hay espacios donde las lápidas obstruyen el paso y las visitantes deben subir sobre las tumbas. Este fantasma, con vestimentas negras, se aparece y es confundido por algún empleado cuando las personas suben a las lápidas. 
   

Durante el recorrido, realizado en fechas de octubre, ha sido escenario de relatos fantasmales por parte de los visitantes. Algunos comentan sobre sensaciones de mareo, escalofríos, sensación de manos que tocan en piernas u hombros. Se podría decir que el factor sugestión influye, pues la gente que entra sabe que la casa fue una funeraria y muchos de ellos están ansiosos por encontrar fantasmas.
   Uno de los empleados refiere haber visto a un hombre salir del sótano, donde anteriormente fue la sala donde recibían a los cadáveres. Lo confundió con un empleado nuevo, pero al voltear la vista la figura había desaparecido. 
   La funeraria continúa dando recorridos, reuniendo a miles de visitantes cada año en busca de emociones extremas. 



Comentarios