Apodada por la prensa como "la Mujer Escarlata", Martha Rendall fue la última criminal en ser condenada a la horca en la Austria Occidental del siglo XX.
Pero ¿cuáles fueron los crímenes cometidos por los que fue merecedora de la pena de muerte? Nada más y menos que homicido, especialmente infanticidio. Ella asesinó a sus hijastros.
Desentrañemos el pasado de la localidad de Perth, en Australia Occidental, lugar donde se cometió el horrendo crimen.
De los pocos datos que se tiene sobre Martha Rendell, ella nació el 10 de agosto de 1871. A los 16 años abandonó su hogar y tuvo múltiples amantes de los cuales tuvo hijos ilegitimos. Aunque no hay más información sobre sus descendientes, se conjetura que pudieron haber sido abandonados. Ella laboraba como empleada doméstica en residencia hasta que conoció a Arthur Thomas Morris, hombre casado con cinco hijos. Fueron amantes hasta que Morris consiguió separarse de su esposa, quien dejó su hogar y vivir en la misma localidad de Perth, no tan lejos de con su marido. Mientras tanto, Arthur se había quedado con la custodia de sus hijos. El matrimonio no se había divorciado, pues en aquel entonces en Perth, dicho proceso legal era considerado costoso y "escandaloso". Por lo que Martha sería esposa de facto, es decir, una "esposa" aunque en realidad era una sustitución conyugal. Sin embargo algunos vecinos intrigosos tenían sospechas de este matrimonio.
Cuando Martha se mudó con Morris, él obligaba a sus hijos a que a ella la nombraran como "madre" y los dejaba a su cargo de ella. Eran tres varones y dos niñas (algunas versiones del caso de Rendell, refieren que las dos niñas eran hijas de la relación entre Martha y Morris, pero esto se descarta debido a que la edad de las menores no coincide con la relación de ella con Arthur).
Al fin se había unido en matrimonio con un hombre, pero esa vida no era color de rosa, debía lidiar con la pobreza en una casa de campo en pésimas condiciones, además del trato resentido con los niños. Debía hacerse cargo de los quehaceres del hogar sin contar con apoyo de algún miembro de la familia. Esta situación duró 12 meses.
En la ciudad de Perth la propagación de enfermedades, a causa de la falta de higiene, estaban a la orden del día. Entre las enfermedades la difteria, una bacteria que se transmite vía respiratoria. Para desgracia de Martha, los niños Morris habían contraído esta infección en abril de 1907. Contaba con el apoyo del médico James Cuthberth que supervisaba el tratamiento mediante visitas a la casa. Notaba una dedicación de la mujer hacia los niños. Hasta que uno de ellos falleció, la primera fue Annie de nueve años. La menor sufría de fiebre, convulsiones y diarrea, a pesar de recibir tratamiento antitoxina diftérica, no logró sobrevivir.
Nuevamente, la tragedia envolvió a la familia Morris. El mes de agosto, los niños contrajeron la fiebre tifoidea. Esta vez fue Olive, de siete años, que murió tras un largo padecimiento de fiebre, vómito, diarrea y membrana en la garganta. Una tercera muerte motivó a que los médicos intenteran realizar una autopsia. Se trataba del pequeño Arthur, que padeció de los mismos síntomas que su hermana Olive, al igual que ella se quejaba de dolor de garganta, pues una membrana en esa área provocaba una gran irritación.
Al intentar examinar el cuerpo, Martha interrumpió el proceso bajo el pretexto de que "ya habían visto demasiado". Esto sería, posteriormente, considerado una prueba acusatoria en su proceso de enjuiciamiento.
En mayo de 1909 se detendrían las muertes de los niños Morris cuando George Morris escapó de su casa. Arthur Morris reportó la desaparición del menor y afortunadamente se le halló con vida. George se había refugiado en casa de su madre, huyó por su vida. El chico de catorce años denunció que su madrastra pretendió matarlo usando espirítus de la sal -así se le conocía al ácido clorhidríco-. Pues su hermano George, antes de morir, había dicho que su madrastra le había dado este ácido en su bebida de té. Ahora quería hacer lo mismo, sirviendo una taza de té que seguramente tenía el veneno. Además acusó a su padre del falso matrimonio.
A través de esta acusación Martha Rendell y Arthur Morris fueron procesados. Se hizo un reporte forense para exhumar los cuerpos de los niños Morris y examinar evidencia del ácido clorhídrico en ellos. Los médicos confirmaron ratros de la sustancia tóxica en sus gargantas, dando por hecho la muerte a consecuencia de homicidio en primer grado. Hay que tomar en cuenta que en aquel entonces la ciencia médica desconocía los efectos del ácido clorhídrico por lo que se realizó un experimento usando conejillos de indias. En efecto, los animales murieron al ser aplicado en ellos la sustancia tóxica.
El juicio se llevó a cabo en septiembre de 1909. Tanto las autoridades como los pobladores de Perth querían descargar su furia contra Martha Rendell. Sin embargo Arthur Morris se le retiraron los cargos acusatorios, pues había escepticismo en la participación de los infanticidios además de que su ausencia se debía por jornadas laborales. No obstante, es de pensar que eran tiempos donde la misoginia era el juicio que más nublaba la conciencia, provocando con esto que atribuyeran todos los cargos a Martha en especial al tener el cuidado de los niños.
Se supo que Martha Rendell había usado ácido clorhídrico, en baja dosis, como un suero para tratar la difteria que habían padecido. Hayy conjeturas con respecto al caso: o bien la mujer, en su ignorancia, usó el químico a manera de suero para tratar la membrana de la garganta sin conocer las fatales consencuencias y la otra es que usó la sustancia de manera intencional para librarse de los niños.
Las autoridades se inclinaron por la segunda opción, en especial al ser madrastra y es que la figura femenina de la madrastra está llena de prejuicios, en especial por los cuentos infantiles que son proyecciones del odio hacia una mujer que ocupa el lugar de una madre.
Martha Rendell fue condenada a la horca, siendo la última víctima de este método.
ANÁLISIS DEL CASO
El caso de Rendell fue objeto de sensacionalismo por parte de la prensa, era obvio que los pobladores y las autoridades no iban a tener piedad con ella y, al contrario, anhelaban su pronta muerte al reunir las siguientes características: madrastra, mujer con hijos ilegítimos y pobre.
En otros medios, se crearon descripciones inverosimiles sobre ella, por ejemplo algunas páginas web refieren que ella había asesinado a Annie a golpes, situación imposible pues hay que mencionar que la familia contaba con vecinos que sospechaban del matrimonio de facto, por lo que una niña herida habría sido señal de alarma. Además el médico visitaba a la familia cuando se infectaron de difteria los niños. El reporte médico señala que Annie murió a consecuencia de esta enfermedad, no hay reporte de maltrato infantil. Después sería una contradicción al confirmar que murió, al ser obligada, a consumir ácido clorhídrico siendo que se desconocía los efectos totales de esta sustancia.
Otra versión agrega que Annie y Olive eran hijas propias de Rendell, aumentando el desprecio y aversión hacia la Mujer Escarlata. Pero también es refutable, Annie tenía siete años mientras que la relación conyugal entre Martha y Arthur era de un año, como amantes no tenían tanto tiempo. Las edades de ambas niñas no coincide con el tiempo de relación de la pareja.
Se puede pensar que quizás el homicidio de los niños fue accidental al usar este ácido muy ingenuamente como suero, aunque debemos considerar la participación de Arthur Morris como parte de este componente mortífero.
Morris deseaba sustituir a la madre de sus hijos con otra mujer. Recalcando que en aquel entonces, en Austria Occidental, a pesar de que el divorcio era legal no era bien visto en el sector moral, considerándolo incluso "escandaloso". Morris encubrió la separación usando a Martha Rendell como esposa. Entonces, ¿podemos pensar en una relación amorosa entre Morris y Rendell? Quizás Martha estaba enamorada de él, pero no era lo mismo en Arthur. Él la usó, en especial como objeto de sustitución, rasgo característico y predominante de la psicopatía.
Morris se había quedado con la custodia de los niños pero ¿cuál era el fin de esto? ¿por qué no permitir compartir la custodia con la progenitora?
Además, ¿por qué Morris no cuestionaba o señalaba la muerte de los niños? Es cierto que vivían una situación económica carente, no contaban con suficientes recursos para curar las infecciones en sus pequeños, por lo que Martha procedió a usar pequeñas dosis del ácido clorhídrico como suero... dentro de este ingenuo acto había algo de compasión en ella, situación que no se manifestaba en sus anteriores relaciones donde abandonó a los hijos de estas relaciones.
El caso de Rendell está lleno de agujeros argumentales: si había supuesto maltrato o envenenamiento ¿entonces por qué los médicos reportaron como causa de muerte la enfermedad? Podría responderse esta pregunta ante la ignorancia de las consecuencias de este ácido, solo se demostró sus graves efectos a partir de un experimento con conejillos de indias. En nuestra época actual, en el 2020 una parte de la población mexicana reucrrió al dioxido de cloro para prevenir infectarse del Covid-19, aunque no hay estudios cientifícos que lo avalen. Es ignorancia reforzada ante la histeria colectiva, como podría compararse lo mismo con el caso de Rendell, sobre todo no fue la única habitante de Perth en usar el ácido clorhídrico como suero, en aquel entonces era usado como antiséptico.
En cambio Arthur se empeñaba en seguir encubriendo el falso matrimonio, de hecho esa fue la razón por la que George Morrir delató a su padre. El juicio derivó a pena de muerte sin contar con evidencia consistente que afirmara la culpabilidad de Martha, solo había un testimonio de un menor de edad y un reporte médico inconsistente. Morris quedó libre. ¿Acaso no se trata de un caso más de misoginia, en especial por el prejuicio que se tiene sobre la mujer que tenía relaciones libres? De acuerdo con la autora Hanna Haebich, ("Revisitando el Juicio de Martha Rendell", Murderpedia) Rendell fue sentenciada injustamente a causa del sensacionalismo de la prensa y de una acusación por parte de un menor de edad.
El caso de Martha Rendell quizás forma parte de aquellas noticias sensacionalistas, como el caso de "La tamalera asesina" y la "Hiena de Querétaro" encargadas de resaltar un amarillismo exagerado que encubre las auténticas circunstancias del caso.
Comentarios
Publicar un comentario