Para
dejar atrás la devastadora desgracia que han sufrido, Gabe, Eve y sus dos hijas
dejan Londres y se instalan en Crickley Hall, una casona encaramada en un
barranco, a merced del viento y la lluvia. Durante la primera noche todos oyen
crujidos y pisadas que provienen de la buhardilla vacía, y ven misteriosas
figuras que se recortan contra la escasa luz que se filtra por las ventanas.
Pero Gabe cree que todo se debe a la fragilidad emocional en que está sumida su
familia. Sobre todo, Eve, incapaz de superar el sentimiento de culpa por haber
perdido de vista a su hijo Cam en el parque.
Al
día siguiente, cuando se acercan al pueblo y hablan con la gente, se enteran de
que Crickley Hall también está marcada por la tragedia.
Comentarios
Publicar un comentario