Sabes que las cosas no pueden ir a peor si una escapada
nocturna acaba contigo encerrado en el piso de una bruja. Y te das cuenta de lo
equivocado que estabas y de que todo puede empeorar cuando te despiertas y ves
que, lo que creías haber soñado, no era, ni de lejos, una pesadilla.
Comentarios
Publicar un comentario