Fantasmas en los cerros


 Los cerros son elevaciones compuestas de tierra y piedras que sirven a la vez para el crecimiento de fauna y desarrollo de especies. Es cierto que el crecimiento de la urbanización ha generado que estas formaciones naturales sean invadidas por residencias o fraccionamientos que acaban con su belleza. Los cerros también han sido los escenarios principales para las mejores historias de fantasmas, digo, de día un cerro genera vida, pero de noche se convierte en boca de lobo y ha servido de inspiración para que las narraciones fantasmales se cuenten de boca en boca. Hablemos de fantasmas en los cerros…

 

Cerro del lobo: En Pachuca Hidalgo, existe un cerro al que popularmente fue denominado como “Cerro del Lobo”. Se trata de una reserva ecológica nombrado así por el gobierno de Pachuca en 1988. Durante el día el cerro es visitado por turistas, pero en las noches, sobre todo aquellas iluminadas por la luna llena, se procura evitar recorrerlo. Los pobladores narran que en el Cerro del Lobo es lugar de avistamiento de la aparición de una mujer con vestimenta blanca que, en lugar de caminar, flota. Se suele aparecer a los hombres. Los ingenuos que desconocen la leyenda se sienten atraídos por la misteriosa mujer de estatura mediana y la siguen sin que ella se detenga. Desafortunadamente, los masculinos se convierten en víctimas de la fantasmal mujer, pues sus cuerpos aparecen sin vida en el Cerro del Lobo. Se desconoce el origen de estos relatos, algunas páginas web sugieren que esta mujer fue víctima de feminicidio y aparece para vengarse.

La princesa hechizada del Cerro de la Bufa: En Guanajuato, existe un cerro nombrado

por los pobladores como “Cerro de la Bufa”. Cada 31 de julio se celebra a San Ignacio de Loyola en el cerro. Enclavado en las alturas, se halla una cueva donde se realiza una misa dedicada a este santo y culmina con una fiesta. Parte de las tradiciones de este cerro está la leyenda de una princesa encantada que se aparece en aquel lugar. Se trata de una hermosa mujer que para ser liberarla de su maldición un varón debe cargarla en brazos y llevarla a la cueva donde se celebra la misa a San Ignacio de Loyola. Sin embargo, el hombre que cumpla esta misión debe evitar voltear a sus espaldas, de hacerlo la princesa se transformará en una serpiente.

El panteón del Cerro de San Pedro: ubicado en la ciudad de San Luis Potosí, este cerro fue, en el siglo XVI, una fuente de metales por lo que pronto se abrieron minas y extraían el metal. El lugar fue poblado hasta por cinco mil habitantes, hasta que este recurso se agotó ocasionando una inmensa inmigración. Resta en sus recuerdos un pueblo fantasma en forma de casas e iglesia abandonadas. La mina más conocida fue la de San Xavier. En este desolado lugar aún permanece en pie el antiguo panteón de San Pedro. Los últimos difuntos en ser enterrados fueron hace 500 años. Las tumbas desmoronadas y algunas con sus inscripciones ya borrosas han sido testigos de actividades ilícitas como saqueos de osamentas y rituales de brujería. Es común encontrar, de repente, fetiches vudú o veladoras con imágenes destinadas a hacer daño a alguien. 



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