Después de la Santa Inquisición, durante siglos la Iglesia ha mantenido oculta la información sobre la existencia de las brujas, como también ha mantenido en secreto a una cofradía compuesta de brujas entrenadas a erradicar a otras que representan un peligro.
Una de esas cofradías está discretamente en un convento de monjas, donde a pesar del rechazo de la madre superiora, las brujas tienen identidad de religiosas. Han combatido a otros aquelarres, pero esta vez un enemigo parece saber sobre ellas y está dispuesto a destruirlas. Fuerzas demoníacas se alzan contra la cofradía que deberá protegerse.
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